lunes, diciembre 11, 2006

Bacalar (Bitácora de viaje: Sábado 02 de diciembre – parte 1)


Después de una larga espera para cruzar el puente fronterizo que separa a México de Belice, nos dirigimos a Bacalar, Quintana Roo, sitio que prometía hermosos atractivos históricos y naturales.

Llegamos a la población de Bacalar ya entrada la tarde. La gran laguna apenas se hacía visible por uno que otro destello que reflejaban sus aguas en medio de la penumbra.

Tras hospedarnos y comer algo en un acogedor hotel a orillas de la laguna, nos dirigimos al centro de la población a conocer el Fuerte de San Felipe, fortificación del siglo XVIII que antaño defendió a la región del azote de piratas y que actualmente alberga al Museo Regional de Bacalar.

El museo cuenta con dos salas: la primera exhibe en forma permanente piezas extraídas de la laguna, así como una colección de objetos prehispánicos y de la época colonial. En tanto la otra, ofrece un espacio para las exposiciones temporales como la feria regional del libro que se lleva a cabo año con año, espectáculos artísticos y culturales, y diversas exposiciones de obras pictóricas de artistas quintanarroenses. Entre las que destaca un mural llamado "Defensa del Fuerte de San Felipe Bacalar" del pintor Elio Carmichael, que representa la lucha de los indígenas para defender la fortificación durante la Guerra de Castas (Fuente: www.mexicodesconocido.com.mx).

Este pequeño pero bello recinto resguarda entre sus muros el recuerdo de viejas batallas. Si cierras un momento los ojos puedes escuchar aún las voces de piratas ingleses, franceses y holandeses; y su los abres suavemente quizá hasta logres ver las sombras de mayas rebeldes luchando contra los españoles.

Toda la museografía está muy bien cuidada, modernos sistemas de cómputo y piezas de gran antigüedad se conjugan para narrar al visitante la historia del lugar. No se puede uno ir sin ver el esqueleto de un pirata que se exhibe en los cimientos, o subir al torreón a contemplar la inmensidad de la laguna.

Tras proponernos regresar al día siguiente para admirar el sitio con todo el esplendor de la mañana, nos dirigimos a conocer la Iglesia de San Joaquín, patrono de la ciudad. Esta bella construcción se encuentra completamente restaurada. Su arquitectura e historia transportan a otro tiempo. Dicen que en este sitio fueron asesinadas muchas personas durante la Guerra de Castas, por lo que aseguran los pobladores que por su atrio deambulan fantasmas.

Continuará…

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