lunes, septiembre 15, 2008

La ventana


¿Has salido por una ventana? No siempre resulta una experiencia agradable, sobre todo si conduce a un sitio en el pasado; yo lo hice hace algún tiempo en casa de mi abuela.

Pasé por la ventana dando un pequeño salto hacia la calle. Apenas lo había hecho cuando unas manos desde el interior cerraron los postigos tras de mí. Intenté detenerlas, pero sucedió tan rápido que me fue imposible evitarlo. ¿Acaso no me vieron? Me pregunté intrigado; fue como si de pronto me hubiese vuelto invisible, incluso el ambiente lo percibí un tanto diferente. Sin embargo, me di la vuelta sin darle por el momento la mayor importancia al asunto.

Frente a mí se encontraba, como era de esperarse, la escuela con su bello edificio antiguo, y más allá de ella se veía a un numeroso grupo de estudiantes jugando. Cuál no sería mi sorpresa al descubrir entre ellos a personas que yo bien conocía, sin embargo antes eran adultos y, ahora, ¡eran niños nuevamente! Ni siquiera eran capaces de reconocerme con más de treinta años de diferencia.

Todo era distinto a hoy y tan parecido al ayer, el mundo entero era más joven de lo que fue hasta antes de salir por la ventana.

Desde aquel día tengo mucho más cuidado con las vías de paso que utilizo, pues a veces resulta más fácil salir que regresar.

No hay comentarios.: