viernes, septiembre 19, 2008
¿Un sueño?
Ignoro cómo llegué hasta aquí. Lo único que recuerdo es haber abierto los ojos, como si despertase de un largo y reparador sueño. Y aquí estoy, tumbado sobre una mullida capa de hierba, musgo y helechos, justo en una pequeña saliente.
La densa neblina lo define todo: cubre la cumbre de la montaña y oculta sus vacíos; suaviza la luz y amortigua el sonido. Guión y escenario; forma y fondo.
No muevo ni un músculo, sólo permanezco así, tirado sobre mi espalda. Y no porque no pueda hacerlo, sino porque no es necesario, se está tan bien en esta quietud que todo lo envuelve. No hay pensamientos, tan sólo soy.
Justo a mi lado alcanzo a ver los pies de unas estatuas monumentales, no veo más, las nubes ocultan el resto.
Es hermoso ver el mundo desde esta perspectiva. A veces, entre la bruma se alcanzan a observar a grupos de guacamayas volando en un cielo que apenas se insinúa.
Este fue mi hogar, no quiero despertar…
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